MENISCOS
Los meniscos se ocupan de mejorar las superficies de las articulaciones entre el fémur y la tibia, poniendo límite a los movimientos extremos y contribuyendo a derramar con uniformidad el líquido sinovial en la articulación. También sostienen parte del peso del cuerpo y participan en los mecanismos reflejos y de coordinación de los músculos. Krause demostró que los meniscos tienen las funciones de transmitir la carga y de absorber energía en la articulación.