Actualmente, la práctica intensiva de diferentes deportes a nivel profesional y los esfuerzos musculares en la práctica amateur, predisponen a la producción de lesiones músculo-tendinosas de intensidad y grado variable, que afectan frecuentemente a los miembros inferiores.
Un gran número de lesiones musculares que sólo producen dolor suelen subestimarse, dado que la mayoría de los pacientes pueden continuar con su actividad diaria casi inmediatamente. De acuerdo a ciertos estudios estadísticos, del 10% al 30% de todas las lesiones en el deporte son musculares.
Entre los factores que contribuyen a la rotura muscular cabe citar: el entrenamiento deficiente, el debilitamiento muscular por lesiones previas y la rehabilitación inadecuada, las lesiones recidivantes sobre tejido cicatrizal, la sobrecarga muscular, el sometimiento prolongado a bajas temperaturas de las estructuras musculares, etc.