Son las fracturas del cuello del metacarpiano, con desviación palmar del fragmento distal. Es mucho más frecuente en el quinto metacarpiano al golpear el puño contra una superficie dura, o en riñas callejeras. Por el contrario, los pugilistas profesionales suelen fracturarse el primer metacarpiano, por ser ésta una parte menos acolchada del guante de box.
Es similar a la lesión de Bennett, con mayor conminución en la base del primer metacarpiano. Debe hacerse un acabado estudio radiográfico del foco fracturario, con varias proyecciones oblicuas, para tener una mejor visión tridimensional y para evitar que, en la reducción, puedan pasar desapercibidos pequeños fragmentos intraarticulares.