La hipertensión es una situación caracterizada por el incremento de la resistencia periférica vascular total, que trae aparejado el aumento de la tensión arterial por encima de 140 mmHg de sistólica y 90 mmHg de diastólica.
Pueden diferenciarse dos tipos de hipertensión: la hipertensión esencial (el 90% de los casos) y la hipertensión secundaria (10% de los casos). La presión sanguínea, la fuerza que la sangre ejerce en todas direcciones de un área determinada, es la base para mantener un movimiento estable de la sangre desde el corazón a través del organismo, y de regreso al corazón. Dado que los fluidos se mueven desde un área de alta presión hacia un área de presión menor, las presiones deben diferir en los distintos puntos del sistema circulatorio. En cualquier vaso sanguíneo del organismo, la presión depende de la cantidad de sangre que contiene y del tamaño del vaso. Los sistemas de control que regulan todas las funciones del organismo son dos: el sistema endocrino y el sistema nervioso autónomo.
HIPOTALAMO
Brinda todos los enlaces importantes entre el cerebro, el sistema nervioso y el sistema
endocrino. La hipofisis es la glándula endocrina que, bajo el control del hipotálamo,
regula la secreción de hormonas para el organismo.
SISTEMA ENDOCRINO
Utiliza mensajeros químicos llamados hormonas, que son vertidos a la circulación
sanguínea.
1 - Hipófisis
Su lóbulo posterior se encarga de mantener la presión sanguínea, la contracción de los
músculos lisos, y la función renal. La vasopresina (hormona antidiurética, ADH) es una
hormona liberada por la hipófisis para controlar el volumen de sangre y la concentración
salina.
Vasopresina y Corticotrofina
El volumen sanguíneo está en gran parte bajo control hormonal. Cuando el volumen
desciende, el nervio vago envía señales a la hipófisis para que libere vasopresina
(ADH) y corticotrofina (ACTH). La ADH disminuye la eliminación de líquido por parte de
los riñones, y la ACTH actúa sobre las suprarrenales para que liberen aldosterona, que
provoca la retención salina por parte de los riñones.
2 - Glándula suprarrenal
Secreta una potente hormona llamada aldosterona, incrementando la presión arterial.
Al ser estimulada por los nervios simpáticos para que libere adrenalina y noradrenalina,
mueve al corazón a latir con mayor frecuencia y fuerza. La noradrenalina actúa como
vasoconstrictor pero dilata los vasos del corazón obteniendo una mejor irrigación en los
momentos de esfuerzo.
3 - Riñones
Los riñones también controlan la presión sanguínea, reteniendo agua y sal para
incrementarla, bajo el estímulo de la aldosterona, secretada por la glándula
suprarrenal.
Recurre a señales eléctricas nerviosas. A su vez, el sistema nervioso autónomo consta de dos partes: el sistema simpático y el parasimpático. Sus acciones son opuestas entre sí. El primero acelera, en tanto el segundo tiende a disminuir.
Barorreceptores
Son células nerviosas especializadas en detectar las alteraciones de la presión. Existen
receptores en todas las grandes arterias; los más importantes son los barorreceptores del
seno carotídeo y del arco aórtico. Estos son receptores de estiramiento, que generan
impulsos en proporción al grado de estiramiento de la pared arterial. Cuando aumenta la
presión, se produce un estiramiento de los receptores, lo que provoca un aumento del
número de impulsos enviados por varias vías nerviosas al centro vasomotor de la médula
oblongada. Los centros vasomotores del cerebro responden enviando señales al corazón,
las arteriolas, las venas y otros órganos, para disminuir la presión.
Nervios Parasimpáticos
Entran al corazón por el nervio vago, el que se encarga de reducir el ritmo cardíaco en
contraposición a los nervios simpáticos.
Nervios Simpáticos
Cuando hay una caída de la presión, los nervios simpáticos hacen que aumente la
frecuencia y la fuerza de contracción del corazón, y también provocan vasoconstricción
de las arteriolas y de las venas. Todo ello aumenta el gasto cardíaco. Los nervios
simpáticos también estimulan la glándula suprarrenal para que libere cantidades extra
de adrenalina y noradrenalina, que estimulan químicamente el corazón para que el latido
sea más frecuente y fuerte. La noradrenalina provoca también vasoconstricción de los
vasos sanguíneos, excepto los del corazón, a los que dilata para mejorar la irrigación
durante el esfuerzo.