Tipos de Hiperlipidemias

Hiperlipidemia tipo I
(Hipertrigliceridemia primaria)

Hiperlipidemia tipo III
(Dislipoproteinemia familiar)

En este tipo de alteración se produce una acumulación de quilomicrones (QM) con el consiguiente aumento de los triglicéridos plasmáticos. La causa más frecuente de tal incremento es un defecto de la enzima lipoproteín lipasa, que siendo normal participa en la depuración plasmática de las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y de los QM. Entre las manifestaciones es posible mencionar los xantomas eruptivos y la lipaemia retinalis. El tratamiento dietético y farmacológico está dirigido a la prevención de los eventos de pancreatitis y del riesgo de trombosis vascular.

 

 

Xantomas planos en las piernas de una paciente con hipercolesterolemia familiar o hiperlipidemia tipo IIa

 

Xantoma tendinoso del tendón de Aquiles en una paciente con hipercolesterolemia familiar o hiperlipidemia tipo IIa

La hiperlipidemia tipo III presenta una acumulación atípica de una lipoproteína de densidad intermedia (IDL), debido al metabolismo anormal de la VLDL de la cual deriva. De esta manera, se produce la acumulación de colesterol y triglicéridos. Caracterizan a este desorden, los xantomas tuberosos y planos a nivel de codos y palmas, respectivamente. Esta patología es sumamente aterogénica, por lo cual es importante instituir una rápida terapéutica a partir de su diagnóstico. La mayoría de los casos responden a dietas estrictas.

 

 

Hiperlipidemia tipo IV (Hipertrigliceridemia familiar)

Está signada por la acumulación de VLDL y por lo tanto de triglicéridos y colesterol. Existe una predisposición genética que se combina con factores dietéticos, el colesterol sérico aumenta levemente, pero los triglicéridos lo hacen en forma moderada a marcada.
La causa de la alteración sería el aumento de la síntesis hepática de VLDL y/o un déficit de la depuración de VLDL por parte de otros tejidos. La enfermedad se destaca por el depósito de lípidos a nivel de la unión esclero-corneal, y los xantomas eruptivos. Debido al potencial aterogénico y por ende la necesidad de proteger al sistema cardiocirculatorio, es una patología que requiere un tratamiento enérgico.

 

Hiperlipidemia tipo IIa (Hipercolesterolemia familiar)

Xantelasma
(acumulación de lípidos a nivel de
párpados)

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Arco
corneal

En esta afección se produce una importante acumulación de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y en consecuencia de colesterol. La causa de este desorden es una alteración genética en el receptor de LDL*. Son frecuentes los depósitos atípicos de colesterol a nivel de córnea y párpados, y tendones extensores de manos y piernas. Siendo el objetivo primordial la reducción del colesterol plasmático, el tratamiento se basará en la prescripción dietética y la medicación hipolipemiante adecuada para el caso.

* Que participa en el metabolismo o degradación de LDL.

 

Hiperlipidemia tipo IIb (Hiperlipidemia combinada familiar)
Está caracterizada por la acumulación combinada de LDL y/o VLDL, la que lleva al aumento de colesterol y triglicéridos plasmáticos. Esta condición ha sido encontrada como la forma genética más común en parientes de pacientes que han sufrido infarto de miocardio. Aún hoy, la causa de esta afección permanece desconocida.
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Zona de infarto

La hiperlipidemia tipo IIb se halla asociada al desarrollo de aterosclerosis. Los lineamientos clásicos tendientes a restituir el colesterol y los triglicéridos séricos a valores compatibles con una mejoría de la salud son:
1) si el paciente es obeso, reducir el peso corporal,
2) prescribir dietas con bajo contenido en grasas animales ricas en colesterol,
3) prescribir medicación hipolipemiante, y
4) realizar el seguimiento del paciente con controles periódicos de los lípidos plasmáticos a los fines de evaluar el curso del tratamiento

 

Hiperlipidemia tipo V (Hipertrigliceridemia severa)

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En este tipo de alteración, el exceso de triglicéridos obedece a una gran acumulación plasmática de VLDL y QM*. El factor precipitante suele ser, frecuentemente, la existencia de diabetes (DBT) mellitus no controlada en un individuo previamente predispuesto al desarrollo de hipertrigliceridemia.
Los xantomas eruptivos, la lipaemia retinalis y las trombosis vasculares retinianas constituyen signos que, sustentados por factores secundarios como la DBT mellitus y datos de laboratorio positivos para la afección, confirman el hallazgo de este tipo de hiperlipidemia.

* Este cuadro puede tener un origen primario (poco frecuente) o coexistir con diabetes no controlada y/o alcoholismo (origen secundario).