Dos son los hallazgos microscópicos que permitieron a Alzheimer caracterizar la enfermedad que lleva su nombre: las Placas Seniles y los Ovillos Neurofibrilares. Las placas son depósitos de una proteína insoluble llamada b- amiloide (bA) que actúa como centro de degeneración neuronal, puesto que engloba y distorsiona progresivamente a los elementos nobles, somas y prolongaciones neuronales (axones y dendritas) o neuritas. Estas placas se encuentran en las estructuras intracerebrales involucradas en la memoria y el control emocional, la amígdala, el hipocampo y los núcleos basales colinérgicos del cerebro anterior.