La forma de presentación generalizada es más común en los niños que en los adultos. El diagnóstico de enfermedad sistémica está basado en la inflamación simultánea de varias articulaciones y en otros signos, tales como artralgia (dolor articular), fiebre y rash leve, que en los estadios iniciales de la enfermedad no resultan específicos. Los niños de corta edad pueden mostrarse irritables, desganados y ansiosos, refiriendo asimismo disminución del apetito y pérdida de peso.
Por otra parte, los menores de mayor edad y los adultos suelen aparentar un buen estado de salud, aun ante episodios febriles. Entre otros signos y síntomas asociados con la modalidad generalizada de esta enfermedad, se citan: linfadenopatías, esplenomegalia, dolor y distensión abdominal y manifestaciones cardiopulmonares.